Aurelio Grassi y su pasión por el Box
La revista argentina de deportes "LA CANCHA", del 3 de octubre de 1945, mencionaba parte de la trayectoria del pugilista Aurelio Grassi, alias "mangoré" (1). En ella se resaltaba que "Aurelio Grassi fue hasta más o menos dos años un púgil, que dentro de la categoría mediano, logró indudable reputación, en el campo amateur, por su poderoso punch.
En el corto término de dos temporadas realizó aproximadamente unos 40 combates, empañados por una sola derrota frente a Quintas, resolviendo la mayor parte de ellos por la vía del K.O. Mencionamos los nombres de José Pasenza, Cándido Godoy, Alberto Sotillo y Héctor Maturano como sus vencidos, dando así una idea aproximada del provenir que se abría ante este buen elemento merced a la "dinamita" de sus puños.
"Pero esa carrera -que abrazó desde la edad de 15 años- quedó trunca. La condición amateur de su profesión deportiva, obligó al pugilista Grassi a convertirse en el agente policial chapa Nro. 7453, y como este empleo le coartó su libertad para los adiestramientos, debió decidirse por el abandono del deporte. Sin embargo ahora está dispuesto al retorno. Ya ha comenzado a prepararse en el club Quilmes, al cual defendió anteriormente y a poco que consiga un cambio de repartición, podrá volver a ser la promesa que hace dos años se vislumbró con muchas posibilidades".
El diario "La Palabra" de agosto de 1985, publicó una retrospectiva de la vida boxística de Aurelio Grassi. El reportero que lo entrevistó, no individualizado, comenzó de esta manera su informe:
"Una corta pero fructífera carrera en el box llevó a nuestro coterráneo Aurelio Grassi a cosechar inmumerables triunfos, pero sobre todas las cosas muchísimos amigos.
Comenzó a practicar el deporte en 1939, a la edad de 22 años. La pasión por el box lo llevó a entrenar duro para conseguir buenos resultados. Sin embargo, no le había sido fácil ya que su madre se había opuesto terminantemente. Después de 15 días parecía terminar un sueño que había empezado a gestarse en 1931, cuando tenía 14 años.
A pesar de las dificultades mencionadas, pudo seguir su sueño pensando en las glorias de la época: Landini, Fernandito y otros.
El "tucumano Gómez" le mostró la senda para iniciarlo; luego el club Bernal Oeste lo vio crecer dentro del cuadrilátero hasta que Pío Ventura Pereyra se radicó en Berazategui y se creó el boxing club "Los que triunfan", en las calles 31 y 19 (hoy 148 y 9).
Allí se formó el equipo con los hermanos Alberto y Hugo Garay, De Belso, Alegretti, Manuel Kelly, Francisco Molibello, Victorio Bartolotta, Pedro Gianini y José Lebone entre otros; todos dirigidos por Pío Ventura Pereyra.
Grassi era un boxeador de la categoría mediano, con un poderoso punch (Potencia o fuerza que tienen los golpes de un boxeador), lo que le valdría diez victorias por K.O. de sus 40 presentaciones victoriosas.
Su primer enfrentamiento, frente a Semenerzuk fue una victoria por puntos; era la primera de una larga serie de triunfos. Pero, a pesar de que Grassi sentía el deporte en su sangre, las condiciones económicas nunca lo favorecieron. Los boxeadores amateur cobraban 3 pesos por preliminar y 35 pesos por pelea de fondo; mientras que los pugilistas de primera línea orillaban los 70 pesos.
La carrera de Aurelio Grassi quedó interrumpida por su ingreso a la Policía Federal, luego de su casamiento y el nacimiento de su hijo, lo que le impidió continuar con lo que él pretendía: "el box como entrenamiento".
En otra parte de su diálogo con La Palabra recordó su mejor pelea: "Fue la que le gané a Pasenza en el primer round por K.O.; me acuerdo que el encuentro se hizo a beneficio de los inundados (año 1940). Fue un round muy rápido que no nos dio tiempo para estudiarnos; estudié unos tres golpes y lo arrinconé contra las sogas, lo paré con la izquierda y le tiré la derecha en punta, él dio una vuelta sobre el cuadrilátero y cayó".
Grassi, contó que estaba atemorizado ya que su rival tardó 15 minutos en recuperarse.
Tal vez por eso lo bautizaron... "Dinamita".
Ese mismo día lo llevaron en andas hasta la estación de Berazategui, distante tres cuadras; sus simpatizantes, Amor Ameal y Kiko Martínez, entre otros, no dejaron de gritar vivas en su honor. En este volante vemos que en este combate lo publicitaron como "Alberto" Grassi.
En esa entrevista no sólo afloraron sus triunfos, rememoró su única derrota de esta forma: "No estaba entrenado; estábamos en huelga en la fábrica Ducilo y para conseguir un poco de dinero extra decidí enfrentar a Quintana. Pero la suerte nada tuvo que ver con este combate ya que mi contrincante era una máquina de tirar golpes; con mi experiencia traté de neutralizarlo pero no pude". Otra anécdota que recordó, un tanto risueña, fue una de las peleas en Bernal: "tenía que pelear con Obdulio Diano, pero me cambiaron el rival por Alberto Sotillo. El ring era de tierra y tenía sogas que parecían de tendedero, mi pelea se desarrolló en el barro; asimismo intenté pelear de la mejor manera".
El balance
"Me quedaron muchos buenos recuerdos y una cantidad de amigos inseparables, entre los que cuento al "loco Chichilo", así comenzaba el balance sobre su paso por el box: "intenté fomentar el box en nuestra localidad de Berazategui junto con Manuel Otero y Adrián Rodríguez en el Club La Armonía, pero la gente ya no concurría en forma masiva y tuvimos que vender un precioso ring side que habíamos adquirido al Club Atenas de La Plata.
De allí en más Aurelio Grassi o "mangoré" (1) o "dinamita", se alejó de la práctica del box pero dejó la impresión de su vuelta al boxeo.
Pasaron los años pero una idea puede surgir entre Pablo Casino -fondista-, su amigo, y varias personas compenetradas con este deporte; el objetivo es devolver a Berazategui una actividad que nunca debió haber perdido...
Investigación y compilado:
Juan Carlos Grassi y Elena Pisoni
jcgrassi1420@hotmail.com
Fuentes:
Diario "La Lucha" - pág. 20 - 30/04/1941
Revista deportiva "La Cancha" - 03/10/1945 Nro. 906 - Año 18. Corrients 550. Dtor. J. R. López Pajaro
Diario "La Palabra" Pág. 2. - 2 de agosto de 1985 - Nro. 3.506 - Dtor. Miguel José Gaita
(1) Mangoré: nos remite a una leyenda sobre el cacique de una tribu indígena, asentada en la zona sur del río Paraná y que peleó valientemente contra los españoles.