miércoles, 28 de enero de 2015

Pioneros de Berazategui




PIONEROS de BERAZATEGUI
BIOGRAFIA de JOSE SEGUNDO VARINO
03-03-1887 / 23-12-1954



A
tanasio Antonio LANZ, en su cuaderno de notas que redactó y publicó en 1920, expresó:
Los nacientes y jóvenes pueblos de nuestra patria y, especialmente, los situados en zonas privilegiadas por su ubicación geográfica, serán en un futuro no lejano, ciudades de importancia. Entre ellos, estará Berazategui.
(…) Entonces se deseará tener conocimiento de sus orígenes, de sus antecedentes, de sus antiguas familias pobladoras, de sus instituciones básicas, lo que generalmente no se consigue por lógica desaparición de los organizadores, de sus testigos y de mucha de su documentación         escrita”. [1]
Una de las tantas familias pobladoras que se radicaron, crearon instituciones y engrandecieron Berazategui, fue la familia Varino.
José Segundo Varino nació en San Fernando, provincia de Buenos Aires, el 3 de marzo de 1887. Hijo de Giuseppe Varino y de Adela Spadone, inmigrantes procedentes de la provincia de Cúneo, Italia, vivió en la provincia de Entre Ríos hasta su juventud.                                                     



                                                          
En 1909, el 15 de mayo, José Segundo contrajo enlace con Casimira Anaya en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, con quien tiene tres hijos: Víctor José (1910); Humberto Bladimiro (1911), apodado  “Makena”; y Adela Etelva (1913), todos oriundos de Talleres, en aquellos  tiempos, partido de Avellaneda. 
 
                                         
Junto con su hermano Humberto instaló, en el edificio que fuera el almacén de Luis Dacrema, el Café-Bar “El Sporman”, en el cual la juventud de la época se reunía para tomar un vermouth, un chop o un café, mientras jugaban billar, truco, dados, etc., en tanto, en un baldío cercano,unos muchachos jugaban al futbol; muchachos que ayudó y alentó en sus primeros pasos hasta fundar, en 1917, el Club Sportivo [hoy Deportivo Berazategui].
 
Dirigente del partido Demócrata Conservador, representó a Berazategui desde una banca del Concejo Deliberante de Quilmes, consiguiendo la promulgación de varias Ordenanzas de gran beneficio para el pueblo donde vivía.  
Después, fue designado Jefe de la Defensoría de Menores y la Alcaidía de Berazategui, en cuya labor dejó sentada una recia personalidad y un alto espíritu patriótico.
                                                         
Dedicado, desde 1922, a la cría de palomas mensajeras, funda el 8 de febrero de 1923, con su hermano Humberto y los aficionados Jorge Ribeyrol, Oreste Caffarena, Nicéforo Rodriguez  y otros, el Club Colombófilo Berazategui, ejerciendo los más altos cargos directivos.
Durante varios períodos integró la mesa directiva del Círculo Colombófilo Avellaneda y de la Federación Colombófila Argentina. También ocupó una banca en el Consejo Asesor de esta última, representando a las instituciones colombófilas en el interior del país. Fue designado "miembro honorario" del Club Colombófilo "Alas Whitenses" y de la Sociedad Colombófila "Alas Venadenses", de las cuales fue fundador.
 
En 1924 integró la comisión fundadora de la Biblioteca Manuel Belgrano, ubicada en la actual Lisandro de la Torre entre las calle 17 y 18. Y en 1934, fue socio fundador y primer presidente de la Sociedad de Beneficencia y Asistencia Pública de Berazategui "Julia Copello de Tiscornia".
José Segundo Varino, conocido como "Don Pepe", vivió, junto a su compañera Casimira y sus hijos e hijos políticos: Victor José, casado con Margarita Vagge; Humberto Bladimiro, casado con Leonilda Golpe y Adela, casada con Carlos Crubellatti, una vida placentera y fructífera disfrutando de sus nietos: Héctor Amilcar; Víctor Oscar y Ana María Varino.
 
                                                           
Con la pérdida de su esposa [1951] y de su hijo Humberto Bladimiro (1953) [2], se agrava su salud y el 23 de diciembre de 1954 fallece a causa de "arteroesclerosis" [3].
Tres años después se concretó la tan ansiada autonomía de su Berazategui, siendo él uno más de los gestores de ese sueño de emancipación. Su ilusión se cumplió y su nombre quedó grabado en la epopeya de nuestra Autonomía.

Sus condiciones personales de hombre de bien, le trajeron el aprecio de cuantos lo trataron en o largos años de su actuación pública.

[1] Apuntes para la historia de Berazategui, por Atanasio Antonio Lanz. Berazategui. Año 1994.
[2] Falleció en 1953, calle Moreno 224, casi Pueyrredón, a la edad de 41 años; causa: "nefritis crónica arterioesclorótica".
[3] Certificó su deceso el Dr. Juan Greco, acta 211, Registro Civil de Berazategui.

Fuente y fotos: Ana María Varino
Recopilación: Juan Carlos Grassi. 
Asociación Orígenes Berazategui.
Publicado en Facebook en Junio 2013; El Quilmero de la Inmigración en Julio 2013.   


(1) Apuntes para la historia de Berazategui, por Atanasio Antonio Lanz, Libro n° 1, Asociación Orígenes Berazategui. Año 1994.
(2) Falleció en 1953, calle Moreno n° 224 casi Pueyrredón, a la edad de 41 años; causa: “nefritis crónica arterioesclerótica”.
(3) Certificó su deceso el Dr. Juan Greco, Acta 211, Registro Civil de Berazategui.

Fuente y fotos: Ana María Varino.
Recopilación: Juan Carlos Grassi Investigador histórico

Copyright  2012

martes, 27 de enero de 2015

El Chajá

Compartimos con Ustedes, otro relato de Don Claudio Buffevant, de su libro "El Berazategui que viví II", titulado "El chajá".

Una tarde de verano volviendo del río, con Micosi, alias "Tapioca", en la amansadora, nos encontramos con un chajá en el medio de la calle. No podía volar y cuando corría se caía. Lo agarramos y lo subimos al carro; al poco de andar estábamos llenos de piojos. Lo íbamos a largar pero nos dimos cuenta que alguno lo había abandonado porque su lugar seguramente sería el bañado y no la calle, y si lo soltábamos en esas condiciones mucho no iba a vivir, así que lo metimos en una bolsa y lo llevé a mi casa. Lo llené de piojicida, le puse el que tenía de los pollitos. Era tanta la cantidad de piojos, que lo estaban matando. Por lo débil que estaba no podía volar. Así fue que me acordé que, una vez estando en Lezama, en el tambo de Don Justino Tellereta, un vasco acriollado, refiriéndose a un linyera: dijo "tiene más piojos que un chajá".
Cuando se recuperó, ya sin piojos, lo llevé a la costa de Hudson, por el camino del Puente de Hierro y antes de llegar al río, en una laguna, lo largué.


viernes, 16 de enero de 2015

Parada ferroviaria Centro Agrícola El Pato

La parada ferroviaria Centro Agrícola El Pato, ubicada al sudoeste del Partido de Berazategui, integraba la red del Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, más conocido como El Provincial. La construcción del Ferrocarril Provincial de La Plata al Meridiano V° tuvo su origen en la ley sancionada por la legislatura provincial el 14 de octubre de 1907 y promulgada por el Ejecutivo el 18 del mismo mes. Esta ley abarcaba un vasto plan ferroviario y autorizó la construcción de varias líneas, todas de trocha angosta. El grupo representado por Otto Bemberg apareció como el principal interesado en el proyecto ferroviario provincial. En 1913, el Poder Ejecutivo Provincial autorizó la construcción de varios ramales, entre ellos el ramal La Plata-Avellaneda y Mercado Central, ramal donde se ubica la parada ferroviaria C.A. El Pato. En 1916, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires se hizo cargo de la explotación de este ferrocarril y por decreto provincial de 1924, se sustituyó el nombre de Ferrocarril La Plata al Meridiano V° por el de Ferrocarril Provincial de Buenos Aires. Finalmente, el 20 de enero de 1927 fue librado al servicio público el ramal Avellaneda-La Plata. Al nacionalizarse los servicios ferroviarios (1948), todas las líneas de trocha angosta del país pasaron a conformar el Ferrocarril Gral. Belgrano, a excepción  del Provincial de Buenos Aires que siguió en manos del gobierno provincial hasta 1957, en donde definitivamente pasó a integrar la red del Ferrocarril Belgrano.
Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, ramal La Plata-Avellaneda, 
donde se ubica la parada C.A. El Pato. 
Fuente: Revista Todo Trenes N°16, febrero de 2002.
En una extensión de 75 km, este ramal estaba compuesto por las siguientes estaciones y paradas: Avellaneda, A. Fernández, Monte Chingolo (antes 4 de Febrero), Pasco, San Francisco Solano (antes KM 36), Gobernador Monteverde, KM 40, Ingeniero Allan (antes Montaraz), Centro Agrícola El Pato (antes Los Campitos), Arturo Seguí, Joaquín  Gorina, La Cumbre, Gambier y La Plata.
Al habilitarse este ramal ferroviario, la parada El Pato no existía. Fue así que el 8 de mayo de 1941, un grupo de vecinos hizo la presentación de un petitorio pro parada en el kilómetro 28,500 ante las autoridades del Ferrocarril Provincial. El directorio del la empresa aprobó el pedido y el 18 de octubre de 1942, a las 10 horas y 50 minutos se detuvo el primer tren en la parada "Los Campitos", llamado así en ese entonces al lugar, cerca del cruce con la Ruta 2, camino a Mar del Plata. Fue un día de gran fiesta para la comunidad, ya que además de la parada ferroviaria, se inauguró también la Sala de Primeros Auxilios, concurriendo a la inauguración las autoridades de los Partidos de Quilmes y Florencio Varela, el R.P. Angen Banfi (cura y vicario de Quilmes, quien bendijo la sala), el administrador del Ferrocarril Provincial de Buenos Aires Ing. Vicente Añón Suárez y otras autoridades. Cabe aclarar que esta parada ferroviaria fue costeada por los vecinos de la localidad.


Momento de  la primera parada del ferrocarril en "Los Campitos", el 18 de octubre
de 1942 a las 10 hs y 50 min.

Fuente: Periódico Unión Vecinal, 1942.

El nombre de la parada ferroviaria y, a la vez, de la localidad surgió en la década de 1940. En principio, cuando en 1941 se fundó la primera sociedad de fomento surgió el nombre de Pago Nuestro, pero al formarse la Asociación Vecinal para la sala de primeros auxilios en 1942, reunidos en la quinta "El Campito", surgió el nombre de Los Campitos, que fue el que tomó el nombre de la parada ferroviaria al momento de crearse, nombre propuesto también por el administrador general del Ferrocarril Provincial Vicente Añón Suárez. Para dar una solución definitiva al nombre de la localidad (Pago Nuestro o Los Campitos), los vecinos recurrieron al Archivo Histórico Provincial para recoger información sobre el lugar. Fue así, que el 13 de octubre de 1943, con firma del doctor Ricardo Levene como director, dio su veredicto: por el año 1580, cuando Juan de Garay repartió las tierras conquistadas, entre ellas la zona de la Laguna del Pato, que perteneciera al capitán Antón Higueras de Santana, ubicando la remota suerte de estancia  donde hoy pasa el Ferrocarril Provincial y la Ruta 2. Esta referencia histórica es la que tomaron los vecinos y se decidió denominar definitivamente al lugar como El Pato, y por ley de nomenclatura se clasificó a esta población como Centro Agrícola, debido a la actividad predominante. Al poco tiempo la Estafeta Postal comenzó a utilizar en el matasello Centro Agrícola El Pato, nomenclatura que se le dio también a la parada ferroviaria (1943).


La parada ferroviaria en 1948 con el nombre definitivo de Centro Agrícola El Pato.
Fuente: Publicidad de un loteo de 1948.
El primer loteo realizado en la localidad se hizo el 13 de noviembre de 1938, en donde salieron a la venta 112 chacritas, en cuya publicidad se aclara la ubicación: "En Quilmes F.C.S...Frente al Camino Afirmado a Mar del Plata (Km 40)". Es justamente esta fecha que se tomó como fecha de fundación de la localidad de El Pato, mediante la Ordenanza Municipal N° 1674. Lentamente fue poblándose esta localidad, los loteos continuaron aumentando, usando como atractivo la cercanía del Parque Pereyra Iraola, otrora estancias "San Juan" y "Santa Rosa", y la Ruta 2, camino a Mar del Plata. En algunos casos, se siguió utilizando el nombre Los Campitos para la zona.



Primer loteo realizado en El Pato el 13 de noviembre de 1938 (pintado en negro) .Se observa la inexistencia de la parada ferroviaria C.A. El Pato y el primer nombre de la estación Ing. Allan (Montaraz)
Fuente: Archivo Cooperativa "Tres Límites Lda." (El Pato)



Otra publicidad de un loteo en la zona, donde se utilizan los 2 nombres
 (Los Campitos y El Pato) para ubicar las propiedades en venta.
Fuente: Cooperativa "Tres Límites Lda" (El Pato)

La parada ferroviaria Centro Agrícola El Pato, que fue costeada por los vecinos al momento de su creación, consiste en una pequeña garita de mampostería ubicada al oeste, dos carteles nomencladores y un andén, debido a que la red se compone de una sola vía. Este único andén fue ampliado en 1956 con el apoyo de la sociedad de fomento. Cercana a la parada ferroviaria en dirección a La Plata, se encuentran dos obras de arte importantes, primero una alcantarilla, hoy sin las vías y sobre el arroyo Pereyra un imponente puente metálico, también sin las vías.


La parada ferroviaria a principios de 2001, totalmente abandonada.
Foto: Raúl A. Leyes.


Cartel nomenclador ubicado en el 
otro extremo del andén.
Foto: Raúl A. Leyes
El servicio ferroviario de El Provincial operaba aceptablemente bien, en términos financieros, con pasajeros, animales en pie y carga de media distancia, aunque los vecinos se quejaban por la escasa frecuencia y el incumplimiento de horarios, según consta en periódicos de la época.
Puente metálico sobre el arroyo Pereyra sin las vías, próximo a la
 parada ferroviaria C.A.El Pato. a principios de 2001.
Foto: Raúl A. Leyes
Alcantarilla sin las vías próximo a la parada ferroviaria
 en sentido a La Plata.

Foto: Raúl A. Leyes
Durante el gobierno de Frondizi fue elaborado el Plan de Largo Alcance, más conocido como Plan Larkin, tendiente a racionalizar el transporte ferroviario en el país. En 1971, un decreto clausuraba la línea de La Plata a Avellaneda, pero no se llegó a aplicar. En julio de 1977 se clausuró definitivamente para pasajeros este ramal, quedando así la parada ferroviaria C.A. El Pato desafectada y abandonada. En gran parte de esta traza, se han levantado las vías, en otros tramos hay faltantes de rieles y cubierto de pastizales. En los últimos años se desmalezó el terreno aledaño a la parada ferroviaria y se recuperó la garita con pintura y tapiando la puerta. 
Horarios del ramal La Plata-Avellaneda del FC. Provincial en 1962.
Fuente: Ferroaficionados Estación Km. 29 (Glew)
Tramo de vía entre Ing. Allan y
 C.A. El Pato, a principios de 2001.

Foto: Raúl A. Leyes










Hasta principios de la década de 200o, existió la garita del guardabarrera ubicada sobre la Ruta 2, donde se asentó Defensa Civil de El Pato.  Al ampliarse la Ruta 2 y convertirse en autovía, la garita fue destruída.


 Ex garita del guardabarrera sobre Ruta 2, que fuera
ocupado por Defensa Civil de El Pato. Principios de 2001.

Foto: Raúl A. Leyes


























Desde la clausura definitiva de este servicio ferroviario a la actualidad, han habido varios proyectos de reactivación pero ninguno hasta el momento ha prosperado. De llegar a concretarse la reactivación, sería un servicio importantísimo que conectaría  y jerarquizaría varios centros urbanos por donde pasa la línea.



Vista actual de la ex parada ferroviaria Centro Agrícola El Pato, donde se tapió la puerta de la garita.
Foto: Raúl A. Leyes.





Bibliografía consultada


  • Cazenave, Daniel. Provincial de Buenos Aires. Revista Todo Trenes N° 16, febrero de 2002.
  • Periódico "Tres límites unidos" período 1988 a 1995
  • Periódico "Unión Vecinal", período 1942-1945
  • Archivo de la Cooperativa "Tres Límites Lda" (El Pato)
  • Zamudio, Rita. En la terminal de La Plata anuncian la partida del tren del Meridiano V.  En Semanario El Yunque, 10 de noviembre de 2000.
  • Greco, Juan. Historia de Berazategui. Editorial del autor, 1988.
  • Rodríguez Avellón, Eduardo. Crónica de mi pago. Asociación Orígenes Berazategui, 1997.
  • Blog Ferroaficionados Estación Km. 29 (Glew).


Prof. Raúl Alberto Leyes
Asociación Orígenes Berazategui

sábado, 10 de enero de 2015

"Los patos" - Un relato de Claudio Buffevant

Estimados amigos: Compartimos con Ustedes otro relato de Don Claudio Buffevant, de su libro "El Berazategui que viví II", titulado: "Los Patos".

Era un 25 de Mayo, no me acuerdo si del año 1937 o 1938. Al salir el sol habían tirado las bombas de estruendo y a las 10:30 horas, los dos italianos, Alfredo De Ambrosio y Carmelo Milazzo, estaban en plena actividad en el salón "La Armonía". Había mucho movimiento porque cuando terminaba el desfile, la banda que lo animaba iba a comer un asado al salón. Frente a éste, en el café "El Trébol", había unos cuantos muchachos del barrio San Salvador y yo con ellos. Me asomaba a la calle y miraba el cielo. Lo hice varias veces. Me preguntaban por qué lo hacía y les respondí que iban a pasar unos patos volando. Lo tomaron a risa, y a los pocos minutos, ante el asombro de todos, pasaron. Me preguntaron como sabía que sucedería. Les dije que los había visto venir. No me creían porque hacía cinco minutos que miraba el cielo.
Al otro día, que era laborable, estaba mirando el cielo como el día anterior. Los mismos muchachos estaban en el café, con las canastas para el almuerzo de sus padres, que trabajaban en Rigolleau. Me preguntaron si iban a pasar nuevamente los patos, les contesté que ya venían y a los cinco minutos pasaron nuevamente. Creían que había adivinado nuevamente. Comenzaron a preguntarme qué número saldría en la quiniela.
Después de esto, les dije la verdad, días antes había ido al tambo de mis tíos y me dijeron que todos los días alrededor de las 10:30 hs. largaban una yunta de patos, pichones criollos, que volaban desde Ducilo hasta Rigolleau y volvían al campo. 
A medida que pasaba el tiempo, no lo pudieron hacer más debido al peso.