Compartimos con Ustedes otro relato de Don Claudio Buffevant titulado "La colmena", publicado en su libro "El Berazategui que viví II", editado por la Asociación Orígenes de Berazategui.
La colmena
En el Berazategui del cuarenta había muchos quinteros y floristas, por eso no podía faltar quien criara abejas. Este era Enrique Rosello. Tenía los colmenares donde hoy está el Complejo Deportivo de la Asociación Deportiva Berazategui. Cuando se vendieron estas tierras, se fue con los colmenares al edificio de Obras Sanitarias, donde el casero era Mariano Cruz.
Al pasar por allí camino al río, siempre iba a visitarlo. Un día me dijo si lo acompañaba a buscar enjambres en los montes de Podestá, en la costa de Plátanos. Había muchos, porque en primavera, cuando nacía una nueva reina, se iba y formaba una nueva colmena.
Y así fue, que un día con un cajón especial que él mismo había construido, nos fuimos en tren hasta la estación Hudson. Caminamos hasta los montes de la costa, nos internamos buscando árboles viejos con huecos. Encontramos muchos que eran madrigueras de comadrejas, en otros había nidos de golondrinas de monte, que es mucho más chica que la pueblerina y muy mansita. Pasan volando a gran velocidad rozándolo a uno. Por fin en un hueco encontramos lo que estábamos buscando. Un enjambre que daba miedo ver. ¡La cantidad de abejas que tenía! Pero como Rosello me había explicado, en esas circunstancias no pican. Con un pincel para no lastimarlas las puso en un cajón y así lo trajimos.
Ahora ya tenía otra colmena.
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