PANADERÍA "LA REPÚBLICA"
La historia de esta panadería tiene su
inicio antes del año 1890, cuando se afinca en San Francisco, don Francisco
Lanzani, para dar comienzo a la fabricación, comercialización y venta de pan.
Francisco LANZANI, nacido 1849 en Varese,
Provincia de “Como”, Italia, hijo legítimo de Juan Bautista Lanzani y de Angela
Caroni, ya fallecidos, ingresó a la Republica Argentina circa de 1874,
conjuntamente con su hermano Hermenegildo y su hermana Carlota, y se establecen
en la Capital Federal.
Después de un tiempo, las ansias de
progreso lo obligaron a buscar nuevos horizontes; luego de contraer enlace con
doña Cruz Oribe se muda al partido de Quilmes, estableciéndose en la zona del
cuartel IV, conocida como San Francisco.
Allí se afinca, en el caserío que fue
la primera población del entonces incipiente Berazategui, cuya fundación nunca
existió; BERAZATEGUI- el 31 de diciembre de 1872, con la llegada del primer
tren del ferrocarril “Buenos Aires al Puerto de la Ensenada”, obtuvo nombre propio.
Llegó acompañado de su legítima esposa,
doña Cruz, la que lo siguió en su búsqueda de un nuevo porvenir y lo apuntaló
en el comercio por muchos años, logrando hacer conocer su panadería en toda la
zona, dado que la gente, anteriormente, consumía lo traído por carros desde la
localidad de Quilmes. La panadería de “don Francisco”, que funcionaba en su
casa situada en las actuales calles 146 entre 22 y 23, logró su cometido.
El censo nacional de 1895, film 722775,
digital GS 258, record number 2726, lo ubica en el pueblo de San Francisco,
casado, de profesión panadero, de 46 años de edad; lee y escribe.
En 1906 fallece su esposa y al tener
don Francisco su salud resquebrajada, en 1909, toma como empleado y socio
a don Juan Perata.
El 24 de junio de 1914, enfermo y con
la sola ayuda de Perata, quien lo asistía en su enfermedad y atendía el
negocio, llamó a un escribano a fin de redactar su testamento, pues no había
tenido descendencia. Se apersona a su domicilio particular, cuya calle carecía
de nombre y número, el escribano y jefe del Registro Civil local don Enrique E.
Soneyra, quien encontró a don Francisco Lanzani, “aun cuando levantado,
enfermo”, y éste le manifestó su deseo de otorgar testamento, e instruyó a
Soneyra “para el día de su fallecimiento, como únicos y universales
herederos a su hermana CARLOTA LANZANI viuda de CARBELLINI, a su
hermano HERMENEGILDO LANZANI, y a su socio JUAN PERATA, italiano, de 48 años de
edad, casado; también dejó constancia que estaba unido con Perata en el
negocio “aún cuando así no consta por documento alguno, pues siempre
han trabajado desde 5 años atrás sobre la base de la confianza mutua. Y que
hallándose enfermo, y temiendo lo sorprenda la muerte, no quisiera sacrificar
la situación de su socio y amigo…”. Por consiguiente, le reconoció el
derecho que tenía: le correspondía la mitad, aproximadamente, del capital
en existencias que tenía invertido en el negocio de la PANADERÍA, que consistía
en: materia prima, mostradores, mesas, horno, enseres de trabajo, cuatro carros
de reparto de dos ruedas cada uno, con sus arneses respectivos, once caballos
de diversos pelos y marcas, cuyos boletos a su favor tenía.
Una suma de dinero depositada en un
Banco de la Boca, la repartió entre sus dos hermanos, “y del resto, se reservó una
parte “para los gastos de su enfermedad, y lo demás, para que lo
invirtiera Perata en las operaciones comerciales del negocio que ambos tienen,
quien le irá entre tanto suministrando los medios de subsistencia, dejándole
la mitad del capital social en prueba de agradecimiento por los
cuidados dispensados a su persona y lo contribuido al desarrollo de sus
operaciones comerciales durante el largo lapso de su enfermedad”.
Francisco LANZANI falleció en 24
Octubre de 1914, marcando el final de esa panadería conocida por el nombre de
su dueño: don Francisco.
Días más tarde, exactamente el 9 de
noviembre del mismo año, en el mismo local que había pertenecido a Lanzani,
Juan PERATA, casado con María Faba, firmó un contrato con José Chiriguini,
soltero, dando nacimiento a una “Sociedad de Capital e Industria” para
la elaboración y venta de pan, bajo la denominación de “LA REPÚBLICA”.
Perata aportó el negocio de panadería,
con todas las existencias en él contenidas, pronta para la explotación [bienes
que había recibido en la testamentaria de su antiguo patrón, socio y amigo,
Francisco Lanzani] y Chiriguini sólo aportó su industria.
En los escritos de ese contrato dejaron
sentado que el establecimiento giraría bajo la razón: “Perata y Chiriguini”,
fijándose en “5 años la duración de la sociedad”, pero se podía
rescindir antes, de conformidad de partes. En dicho contrato, Perata especificó
“que se reservaba el derecho de vender su negocio el día que se le presente
una ocasión propicia”. El pueblo de San Francisco, el 9 de noviembre de
1914, vio nacer la panadería LA REPÚBLICA.
PANADERÍA “LA REPUBLICANA"
En el año 2011, quien suscribe,
entrevistó a Sara Argentina Sallent, hija de Cayetano Sallent y de
Delia Alejandra Barrabino, quien explicó: “la panadería La República,
que funcionaba en las calle 146 entre 22 y 23, y cuyo dueño era don José
Chiriguini (n.a.: ya no se nombra a Perata posiblemente por haber
vendido su parte), vendió en 1922 el “fondo de comercio” a Cayetano
Sallent y Pablo Bruna” (…) Luego, Bruna vende
su parte, y bajo la nueva la razón social “Sallent-Chiriguini” la trasladaron a
la calle 24 esquina 148 -actual- y pasó a denominarse “LA REPUBLICANA”
-aún existente- (foto). La edificación de esta panadería, fue obra del
Ingeniero Molinari, domiciliado en Capital Federal”
(…) “al fallecer mi padre, don
Cayetano, el 8 de febrero de 1927, mi madre, doña Delia, se hace cargo de la
panadería, suplantando a mi padre. Ya cansada del oficio, circa de 1931, vendió
su parte a Pablo Bruna. Con el dinero de esa venta compra una casa y la familia
se traslada al centro de Berazategui, dedicándose a otras labores”.
Publicidad en "La Voz" de Berazategui. Año 1923
Foto: Juan Carlos Grassi
Autor:
Juan Carlos Grassi
Asociación Orígenes Berazategui
Bibliografía:
1 – Protocolos del escribano público Enrique E. Soneyra. Año 1914
2 – Entrevista a Sara Argentina Sallent. Año 2011